
La descapitalización de la Corporación Financiera Nacional (CFN) se dio luego de la vigencia del Decreto Ejecutivo 1492, del 17 de noviembre de 1999, firmado en el gobierno de Jamil Mahuad, con el que se la obligó a recibir Certificados de Depósito Reprogramables (CDR) y Certificados de Pasivos Garantizados (CPG). Es decir, papeles como pago de deudas vencidas y por vencer de sus acreedores. Esos papeles están en el Ministerio de Economía.
Los CDR utilizados fueron instrumentos a los que apeló el Gobierno de Mahuad, para facilitar el fraude bancario. Los CDRs, emitidos por los bancos quebrados por adminis-traciones corruptas durante la crisis de 1999-2000, papeles que la CFN se vio obligada a aceptar al precio nominal, cuando en el mercado de la calle estaban al 40 y al 50%. Así se acrecentaron fortunas inmensas y dejaron a la CFN en soletas.
La CFN, como lo señala Jorge Vivanco (Diario Expreso, 26 agosto 2009) fue obligada a comprar esos “papeles sucios”, que a su debido tiempo los entregó al Ministerio de Economía, como era natural, pero con ello, se perfeccionó la gran pillería, cargándole al pueblo ecuatoriano la gran pérdida.
Claro que la CFN fue constreñida a cumplir las reglas torcidas que se dictaron, pero no se ha preocupado de denunciar por lo menos a quienes participaron en el saqueo, y más que todo, a quienes lo hicieron posible propiciando reformas a la ley y a los reglamentos, para permitirlo, tomando decisiones increíbles que constan en documentos oficiales que reposan en los archivos de la CFN.
El Gobierno de Rafael Correa nombró una comisión presidida por el titular de la CFN, Eduardo Valencia, con Jorge Vivanco, Ramiro Larrea y otros ciudadanos, para que estudie el caso y luego los tribunales castiguen el asalto a la CFN. Esta comisión emitió un estudio altamente técnico en lo económico, pero no tuvo repercusión alguna porque no se concretó ningún nombre de los cientos que participaron, nombres que danzan, que manipulan, que convocan a los alegres compañeros de “afuera”, a los que, en caso necesario, amparan. Su entusiasmo fue invasor, comprometieron a los bancos privados a entrar en la feria de compraventa de estos papeles.
En los bancos que pasaron a la AGD, los depositantes fueron perjudicados con los CDR. Se formaron “bandas” que compraban certificados con elevados descuentos porque pactaron con la Corporación Financiera Nacional (CFN) que los recibiera a su valor nominal y con la Superintendencia de Bancos que obligara a hacerlo a los Bancos privados.
El informe, recuerda León Roldós (El Comercio 26 agosto 2009) fue declarado reservado y se lo envió a la Fiscalía. Y ya son dos años de estar oculto. Para tapar el hueco financiero en la CFN, Correa, dentro del festín de los recursos petroleros de 2008, ordenó que el Estado -con recursos de todos los ecuatorianos- le compre la basura a la CFN. ‘Colorín colorado’ a la pillería el Presidente cree ha ocultado.
Por su parte, Jorge Vivanco (Expreso, 27 noviembre 2009) reclama que “aún duerme en la Corporación Financiera Nacional -CFN- el informe que conoció la manera en que fue saqueada la entidad con más de mil millones de dólares, utilizando métodos de mala fe, como reformas legales y reglamentarias que siguen el modelo de las que se aplicó al sistema bancario y financiero, que propició la gran crisis de fin de siglo”….”En ese informe danzan nombres y hacen cabriolas personajes políticos influyentes que aún siguen en altas funciones”. Y cuando se procese penalmente y con seriedad los casos “Invermun” y “Angostura” algunos políticos del actual gobierno y de los anteriores quedarán “fulminados”.
Mientras no se destapen estas “Cajas de Pandora”, en el Gobierno paradógicamente seguirán vociferando que obran con “manos limpias” y “corazones ardientes”.
www.ticsdemanabi.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario