
A los ecuatorianos nos resultan abúlicos, casinos e indignantes los paneles “sabatinos” del Presidente Correa, porque su discurso es barato, resentido e insultante cuando se refiere a sus opositores y a la prensa, en particular.
¡Que paradoja! PAIS aprovechó la prensa independiente para proyectarse y ganar el poder. Hoy las constriñe y forza someterla para pretender perpetuarse.
Las “cadenas” que ya no sólo de los días sábados, sino cada vez que quiere Correa, son ilegales. Siendo ilegales, son corruptas. Si bien el Art. 59 lit. a) de La Ley de Radiodifusión y Televisión, dispone que los espacios gratuitos que den los medios, es para “informar temas relevantes de las obras y actividades realizadas por los funcionarios de las altas instancias de poder”. No obstante, “quienes transgredan esta Ley serán sancionaos de acuerdo a la Ley”.
Lo que atestiguamos los ecuatorianos no es lo que dice y faculta la Ley. Lo que se da en el Régimen de Correa es un manoseado y abusivo uso de los medios (los incautados a los Isaias Telecentro, Gamavisión, Canal 22, Canal 48 y un sinnúmero de radios y revistas son vocerías cautivas del correísmo) para que se sometan al poder, a fin de que fluya la atosigante propaganda incautadora que interesa al Régimen en su enfermiza decisión de instaurar el “Socialismo del Siglo XXI”, so pretexto de ”Rendir cuentas” al mandante, cuando los espacios son utilizados para contar todo lo que ha hecho el Gobierno y, analizar lo que hace la oposición para descalificarla e injuriarla. Pero, como manda la Ley, no hay sanciones para el mayor insultador de la Historia del Ecuador.
Como esta el escenario, el Régimen va camino a conseguirlo si es que no crece la protesta por el atentado a la “libre expresión” y si es que no se da la necesaria resistencia para lanzar la nueva “Ley de Comunicaciones” al tacho de basura. Mas, en estas críticas circunstancias, las movilizaciones impulsadas por el ex – periodista Carlos Vera, el 24 y 25 de noviembre en Guayaquil y Quito, y la próxima que se realizará en esta última ciudad el 9 de diciembre, un dia antes de que la Asamblea Nacional inicie la discusión de la nueva Ley, calificada por la oposición como “mordaza”, alientan la esperanza de que no prosperará las ínfulas del desquiciante correísmo,
No obstante, se reconoce que el Presidente Correa logró incluir en la Constitución (Art. 19), que la Ley “regulará la prevalencia de contenidos informativos en la programación de medios de comunicación”. Y sobre la base de este “caballo de batalla”, sus incondicionales “alzamanos” de la Asamblea Nacional planifican y promueven el control “legal” de los medios de comunicación. Y, de aprobarse la nueva Ley, no se hará otra cosa que aprobarse una “censura camuflada”, que será el adios a la prensa independiente y a la libre expresión.
Al respecto, profesionales del periodismo explican que no se cumple con la Ley (Diario La Hora, 28 noviembre 2009). Así:
Francisco Rocha, experto en comunicación, piensa que las cadenas de los sábados del Presidente Correa “son un atropello a la democracia”, pues es excepcional que un presidente sature los medios con sus informes a la nación.“Las cadenas de televisión y radio son de todo, menos informativas. Son escenario de riñas, insultos y hasta ‘cachos’, anécdotas,…. “¿Los espacios que usa el Gobierno son para informar temas relevantes? ….seguro que no”…. “Lo que allí se dice carece de control y no habrá un Consejo de Comunicación (tribunal) que sancione esa violación”.
De igual manera, Iván Carvajal, profesor de la Universidad Católica de Quito, señala que el proyecto de“ Ley de Comunicación no deja en claro los mecanismos de regulación acerca de las cadenas presidenciales y tampoco sobre la publicidad estatal. Sin embargo, destina la mayoría del texto para el control de la información ofrecida por los medios privados”. …“Todo gobierno tiene la obligación de informar de su gestión. La forma de hacerlo debe ser absolutamente objetiva”, expone el profesional, al tiempo que indica la importancia de que este espacio sea utilizado sin fines políticos. “Sólo de esta forma se construye una sociedad madura políticamente”, agrega.
José Hernández, director editorial de la revista Vanguardia, por su parte, ve un futuro nada promisorio respecto al tema. “Hemos vivido tres años de atropellos del Presidente en televisión. Si no se sancionó antes, dudo que la nueva ley lo haga”.
Y respecto a los medios de comunicación incautados por la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) el ex presidente de la Asamblea, Alberto Acosta, explicó (El Comercio, 3 diciembre 2009) que el Gobierno no debe quedarse con dichos medios para transformarse en monopolio u oligopolio. “Se critica el monopolio privado y por otro lado se quiere pasar al monopolio público. Los medios deben ser transferidos a grupos de la sociedad para que lo administren”.
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