
Haciendo un análisis, Mauricio Pozo destaca (Diario Hoy, 12 octubre 2009) que en el primer semestre del 2009 frente al segundo semestre del 2008 muestra una tasa negativa de -1,6% y respecto al primer semestre del 2008 el valor se torna ligeramente positivo de 0,2%.
Con esto, el país el presente año no tendrá un crecimiento económico positivo en relación al crecimiento poblacional que es aproximadamente del 1,5% por año, lo que sin duda imposibilitará recuperar los niveles de ocupación, esto es, bajar el desempleo y el subempleo, los mismos que se han deteriorado sensiblemente el último año. En el primero de los casos el aumento de desocupados es de alrededor de 2,5 puntos porcentuales de la población económicamente activa de las zonas urbanas, es decir, más de 120 mil personas perdieron su trabajo en el último año, anotó.
Si el aumento del PIB en 2009 llega al 1% que es la previsión de la Cepal coincidente con la del BCE tampoco será un aliciente, pues seguirá siendo negativa en términos reales, peor aún si la estimación del FMI que es de -1% se cumple. El segundo trimestre del 2009 el consumo privado decreció en -1,42% y la inversión se contrajo en -2,6% habiendo mostrado ésta última en el primer trimestre del 2009 una caída del -7,9%. Por otra parte, al mes de agosto pasado el aumento de los depósitos fue de 2% anual y del crédito del 0,4% anual mientras que el porcentaje de cartera vencida creció 26% en el último año.
Destaca además Pozo, que “no le culpen a la crisis internacional, pues su incidencia en el precio del petróleo fue desfavorable por pocos meses y luego éste se ha mantenido sobre los $60 el barril, un "preciaso". Tampoco la incidencia en exportaciones no petroleras fue tan representativa, tanto así que ningún exportador ha pedido ayuda alguna. La culpa es el deterioro del manejo de las cuentas públicas que ahuyentó inversión privada, las pésimas señales a la economía internacional que contrajeron financiamiento externo y el clima de incertidumbre interna que promovió fugas masivas de capitales. Estamos en recesión”.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó (Diario Hoy, 3 oct 2009) que la caída del Producto Interno Bruto (PIB) del Ecuador será de -1,0% al cierre del 2009. De otra parte, el FMI acorde al informe económico mundial presentado por la entidad para octubre, mientras que en el presente año existirá un decrecimiento (-1%) , durante el 2010 habrá una recuperación que no podrá pasar el 1,5%.
Pablo Dávalos, analista económico, menciona que las estadísticas y previsiones tanto del Gobierno como de los organismos internacionales no coinciden al mencionar que por el ejemplo la Comisión Económica para América Latina (Cepal) pronosticó un 0% de crecimiento; y el Banco Mundial, un decrecimiento del 2%. A su criterio, las estimaciones dependen de los precios internacionales del crudo. "Si se mantiene el precio del petróleo ecuatoriano en $80 se podría pronosticar un crecimiento de la economía hasta el 1%; sin embargo, si estos precios se mantienen en los $65 el PIB decrecerá hasta el -1% como lo menciona el FMI".
De otra parte, para el 2009, Mauricio Pozo (Diario Hoy, 14 sept 2009) pronostica el déficit fiscal de alrededor de USD 2 mil millones, desequilibrio que podría financiarse parcialmente con desembolsos del IESS, créditos externos del FLAR, Petrochina, BID y CAF, pero manteniendo atrasos por alrededor de USD 500 millones y una brecha final de aproximadamente USD 1.000 millones. Tal será el ritmo de gasto público y la ausencia de ahorros petroleros que ni siquiera con todo el nuevo endeudamiento y con un aún elevado precio del petróleo, el Gobierno logrará cubrir todos sus compromisos. Y eso sin incorporar todo lo ofrecido en la nueva Constitución.
Pozo también destaca que para el año 2010, con un precio del petróleo similar, una inflación parecida a la vigente a la fecha y un optimista crecimiento económico del 3.5% el presupuesto fiscal del Gobierno Central (el FMI pronostica en 1%) tendría un déficit algo mayor, es decir, en alrededor a los USD 2.400 millones.
Este escenario asume que el gasto público subiría tan solo 6% entre 2009 y 2010, incremento absolutamente marginal para el 80% anual de crecimiento del gasto público que se evidenció en el 2008. Estaríamos asumiendo lo que en economía se llama una "hipótesis dura", es decir, que el Gobierno va a dejar de ser dispendioso. Pero no, el gasto público para el 2010 será de más de USD 21.282 millones según la Proforma presentada por el Ministerio de Economía el 7 de noviembre del 2009.
Obviamente que el Gobierno, señala Pozo, sí podría encontrar otros prestamistas, aunque más caros, para seguir en su ruta de gasto desmedido. Como no hay la "maquinita" de hacer billetes, el gasto público se hace con ingresos reales o con deuda, no hay otras opciones. Ya se imaginará el lector que pasaría con este Gobierno si tuviera capacidad de imprimir moneda. "Sálvese quién pueda" sería el lema. En estos números, igual que 2009, tampoco se incluye la larga lista de ofrecimientos (derechos) de la nueva Carta Magna.
Pozo recuerda que, el tamaño del presupuesto estatal total está cerca del 50% del PIB, porcentaje que supera en el doble a un ya preocupante 25% que fue hace pocos años atrás. El estatismo esta en progreso.
Deben suponer ingresos estables y predecibles, establecer un precio del petróleo acorde las cifras históricas, es decir, bastante menor a los USD 50 el barril, mejorar la calidad del gasto público evitando los excesos de los últimos años, eliminar los subsidios inconvenientes en especial los derivados del precio del petróleo, ahorra si hay excedentes para épocas difíciles y endeudarse con acreedores más baratos.
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