lunes, 22 de marzo de 2010

18.21. Manipulacion perniciosa en la seguridad social


18.21.1. Seguridad social sin perspectiva de cambio
Con la vigencia de la Constitución del 2008, se tomó la decisión histórica, que el Estado asumiría como responsabilidad propia, la de garantizar y hacer efectivo el ejercicio del pleno derecho de la seguridad social, aumentando la cobertura del mismo y la calidad de los servicios que brinde el IESS.
El problema esta, según Tatiana García (El Universo 19 febrero 2010) que no se establece claramente, cómo se financiará la amplia cobertura, pudiendo convertirse en pura demagogia, y perjudicando directamente a quienes con nuestro trabajo hemos realizado las aportaciones que la ley exige.
El punto es, anota García, que tan solo el 25% de las personas en Ecuador están afiliadas al seguro social, y en justo derecho deberían soportar la cobertura de ese 25%. Mas, esto no es así, ya que hay que sumar también la cobertura del Seguro Social Campesino, que al no tener financiamiento previsto desde su creación, llevaría a la quiebra al sistema de seguridad social, si es que no se toman los correctivos necesarios. Esta falta de previsión empeora todavía si se pretende que ese 25% de aportantes actuales financie al 100%. Es decir, empeorarán la prestación de servicios.
El IESS, recuerda El Diario (17 abril 2009) se creó con el objetivo de que el trabajador o empleado ecuatoriano, con un aporte mensual obligatorio descontado de su sueldo, recibiera la atención, inmediata y precisa, en el momento en que su salud se sienta amenazada. O para acudir en ayuda del afiliado brindándole facilidades de préstamos quirografarios o hipotecarios; y, especialmente, hacer de celoso y eficiente guardián de aquella cesantía justa que debe recibir el trabajador cuando le llegue la edad de la jubilación.
Si bien existen dificultades en todas las prestaciones de servicio (anota El Diario) destacan las falencias en la atención a la salud, mal que hasta ahora el IESS no logra superar, a pesar de los constantes reclamos de los afiliados. Es que resulta increíblemente grosero, inverosímil, atentatorio a la misma salud, por ejemplo, que para casos complicados que requieren de atención especializada, le digan al doliente que debe esperar turno de hasta seis meses. Increíble pero cierto.
Se ha dicho que el problema mayor del IESS es la deuda que el gobierno tiene con él, por lo que este gobierno canceló parte de la mora, pero para meter las manos en su administración y destinar los recursos a otros menesteres.
De continuar así, la peregrinación y las dolencias del afiliado seguirán sin cambios, agravada la situación ahora que el IESS es cada vez es menos de los afiliados y mucho más del gobierno.

18.21.2. Empobrecimiento mayor a los pensionistas y afiliados

El gobierno “revolucionario” de Correa, en julio de 2008, en una demostración mediática de “cambio de época” y no una época de cambios, el Gobierno pagó la “deuda histórica” con el IESS, pero después de haber rebajado su monto de USD 3.400 millones a sólo USD 888 millones, lo cual la oposición y los afiliados y jubilados calificaron de injusto e inequitativo.
Después del “gesto” gobiernista, éste dejó de pagar lo que por Ley debe al IESS, y así, la deuda ha venido avanzando hasta llegar ahora a USD 775 millones, es decir casi lo mismo con que pagó la “deuda histórica”. Eso si no se toman en cuenta “otras deudas”, que dicen los expertos está por sobre los USD 1.200 millones.
Jorge Vivanco (Expreso, 18 marzo 2010) contrastando lo sucedido, destaca, que los jubilados y pensionistas del IESS habían venido exigiendo que se aumenten las miserables pensiones y reciben como un bofetón, un incremento de 10 dólares mensuales. La explicación que da el IESS, es que el Gobierno no paga, desde fines de 2008, el 40% de aportes a las pensiones de jubilación y montepío que debe satisfacer porque así lo dispone la ley.
Mientras tanto, anota Vivanco, la directiva del IESS, bajo la presión del “amigazo” (Ramiro González) que preside el Consejo Directivo, ha hecho inversiones por miles de millones en obras del régimen, lo cual teóricamente está bien, pero en la práctica, el asunto se vuelve dudoso e inseguro.
Si hubiese un mecanismo práctico, bueno sería que jubilados y pensionistas rechacen el aumento que denigra y ofende, que demuestra cómo se concibe y se practica la seguridad social en el país.
Vivanco señala que: las dos razones de la existencia de este dispendioso organismo llamado IESS, es establecer un régimen decente de pensiones jubilares, que asegure una vejez decorosa a quienes entregaron su vida al trabajo bajo dependencia (del gobierno especialmente), pero lo que hace en realidad es condenarlos a la miseria, a la indefensión cuando más necesitan.
Y, la otra prestación fundamental del IESS, es la médica, que no existe en realidad; o existe pero como un sarcasmo. Mejor no hablar por ahora de esto, pues quiero decirles, que hay un plan ladino y cobarde para hacer más cuantioso el saqueo de los fondos del IESS.
Por ahora, queda en manos de los jubilados rechazar el humillante incremento de la pensión, de decir ¡basta! a los directivos del IESS, que no pueden entregar el patrimonio de todos a las vehemencias de un gobierno que ha instaurado una autocracia que se basa en el populismo dadivoso y pernicioso.

18.21.3. Demagogia e inequidad sigue en el IESS

Si alguna conclusión real hay que sacar de los tres años de gobierno de la “involución ciudadana”, es sin duda aquella de que en materia legislativa se ha procedido alocada y apuradamente, lo que ha traído un enorme desperdicio de recursos y, en gran parte, un retroceso en el derecho de los ciudadanos.
En materia de seguridad social, destaca Gregory Gines Vinces (El Universo 23 febrero 2010) el asunto es igual de dramático. En marzo del 2009 la Asamblea, sin estudios técnicos, aprobó reformas (propuestas por el Ejecutivo) a la Ley de Seguridad Social, en cuyo artículo 11 se dispone que el incremento anual de las pensiones por jubilación de invalidez, vejez, incapacidad total o absoluta, de riesgos del trabajo y de montepío, sean igual al porcentaje de inflación del año inmediatamente anterior. Para los incrementos del 2010 se tomó como referencia la inflación del 2009 que estuvo en alrededor de 4,5% y, entonces, a los pensionistas que ganan el básico de 218 dólares el incremento llegó a solo 9,81 dólares; estos pensionistas son la mayoría, por lo cual el Consejo Directivo del IESS decidió un incremento de 10 dólares.
La consabida protesta de los jubilados y pensionistas no se hizo esperar. Frente a esto, señala Gines, ahora resulta que unos “salvadores” asambleístas de Alianza PAIS (Panchana, Gagliardo y otros junto a Ramiro González, también del Gobierno), plantean una nueva reforma demagógica, antitécnica e inequitativa. Ahora se promueve, para reformar la Ley, que el incremento considere una tasa mínima que es el porcentaje de inflación y una tasa máxima que es el porcentaje del rendimiento promedio de las inversiones del IESS en el último año; es decir, entre 4,5% y 7,5%, aproximadamente.
Gines da un ejemplo: si el incremento se mantiene en 4,5%, a un pensionista que gana 980 dólares se le incrementaría 44,10 dólares; es decir, 34,29 dólares más que el que gana 218 dólares.
Y si el incremento fuera de 7,5% el que gana 980 dólares obtendría un aumento de 73,50 dólares; el que gana 218 dólares solo obtendría 16,35 dólares; es decir 57,15 dólares menos.
Después de apenas tres años, para ambos casos y las mismas tasas de incremento, el que gana 218 dólares estaría con: 29,43 dólares o 49,05 dólares de incremento; el que gana 980 dólares estaría con: 132,30 o 220,50 dólares de incremento; es decir, 4,5 veces más que el otro.
Con este tratamiento, el gobierno de la “involución ciudadana”, les daría más a los que más ganan y les daría menos a los que menos ganan.

18.21.4. IESS al servicio del Gobierno

El experto Gregory Gines Vinces (El Universo, 31 diciembre 2009) predice que de la perdida de independencia del Central, del Seguro Social, de las cortes, el presidente Correa nos heredará un pais quebrado, donde todo el dinero de estos años de bonanza estarán en pocas manos de amigos del regimen, los pocos que ha logrado contratos y ponerse junto a la gran “teta” del Estado.
El tema de las inversiones del IESS, destaca Gines, es un buen indicador para determinar qué tan legítimas son las actuaciones de un representante al Consejo Directivo del IESS.
Esta que ha sido una entidad autónoma desde hace más de 60 años, la representación del poder Ejecutivo en dicho organismo debe entendérsela como una forma de garantizar imparcialidad y equilibrio frente a la representación patronal, una especie de catalizador de las aspiraciones y derechos de afiliados, jubilados y pensionistas; pero, sobre todo, de garante de ese ahorro del público a la seguridad social y de impulsor de la obtención de los mejores rendimientos de los dineros de los afiliados.
Salvo pocas honrosas excepciones, el representante del Gobierno al Consejo del IESS se ha convertido en un administrador de la institución, contraviniendo las esenciales funciones de dicho organismo que son las de legislar y fiscalizar, a tal punto de convertirla en un apéndice del Gobierno como ocurre hoy.
El IESS se ha convertido en una dependencia más del Gobierno, lo cual es altamente peligroso no solo para afiliados y jubilados sino para el sistema de seguro social obligatorio en su conjunto.
Mantener una representación de ese tipo en un organismo colegiado tripartito es abusar del poder del Estado en contra de los que verdaderamente aportan a la seguridad social. Algunos me dirán, arguye Gines, ¡pero si los recursos de la seguridad social deberían servir para financiar el desarrollo del Estado! La respuesta es: sí, pero desde una óptica independiente, haciendo que el Estado sea un ofertante más de posibles inversiones y no al revés, como ocurre ahora. Chile es el mejor ejemplo de desempeño independiente de las inversiones, y que han dado excelentes resultados.
Afirmamos, entonces, que lo más saludable es que pensemos en la estructuración de un organismo libre de la representación del gobierno de turno, que lo que ha hecho es ensuciar la autonomía institucional y hacer del IESS un botín político burocrático al servicio del partido o movimiento político triunfante en las elecciones.
Por otra parte, la representación de afiliados y jubilados (actual) deja mucho que desear. Empezando porque fue designado con la aplicación de un reglamento expedido por el presidente Rafael Correa, que fue declarado inconstitucional por el ex Tribunal Constitucional (hoy Corte Constitucional), nos da claras muestras de su falta de legitimidad e independencia.
Gines anota, que la jugada del Gobierno (como muchas otras en el campo legal) fue reformar dicho reglamento para posibilitar el nombramiento de un representante afín al Gobierno, que aunque posteriormente dicho reglamento fuera declarado inconstitucional, con la aplicación de otra norma (artículo 278 de la anterior Constitución) dicho representante pueda mantenerse.
Pero el mismo ex Tribunal Constitucional mandó al presidente Correa, con fecha 7 de julio del 2008, expedir un nuevo reglamento para designar al vocal de los afiliados y jubilados, aspecto que después de más de un año seis meses no cumple, convirtiéndose en moroso de incumplimiento de una sentencia constitucional de única instancia e inapelable.

18.21.5. IESS en el financiamiento de inversiones riesgosas y de menor rentabilidad
Nos ha sorprendido a los ecuatorianos la reciente inversión de USD 165 millones al Proyecto Pañacocha que impulsa el Gobierno a través de Petroecuador, para explotación petrolera, sobre todo, por el riesgo asumido en esta operación, ya que el IESS acordó financiar este proyecto de forma similar a un crédito, de forma directa, y a medida que genere ingresos se le pagará dividendos, con un rendimiento del 5% anual. Esto es, menos de lo que se paga al crédito de China garantizado con petróleo, por el que se paga el 7,5% anual. Y tres puntos menos que el rendimiento que ofrecen los papeles de firmas privadas.
Y a mediados del próximo mes (abril 2010) se prevé que empiece a operar el Banco del IESS, en principio, como un banco de inversión, aunque hay fuertes presiones para que lo haga como banco de desarrollo, guiado por las necesidades del Gobierno. Este banco administrará recursos por unos USD 6 300 millones durante este año.
César Sosa (El Comercio, 1 marzo 2010) al analizar las inversiones del IESS en el sector público, observa que aquellas han ganado terreno, producto de las necesidades fiscales y de recursos ociosos en el IESS que buscan opciones de inversión. Cerca del 60% de inversiones se canalizaron al sector público hasta 2009, lo cual muestra dos cosas. Hay más necesidades fiscales que no pueden ser cubiertas con el presupuesto del Estado. Y el sector privado, o no tiene proyectos de inversión o estos son muy escasos, lo cual muestra la debilidad del aparato productivo.
Frente al menor protagonismo del sector privado, los recursos de los afiliados pueden concentrarse aún más en el sector público, pues hay un déficit fiscal de USD 4 000 millones que no se los consigue en el exterior. Y el Banco del IESS (el BIESS) tiene dos argumentos para caer en la tentación: la Superintendencia de Bancos amplió a 75% el porcentaje máximo de inversiones en el sector público y, si el Gobierno presiona, puede hacer uso del voto dirimente que tiene en las decisiones del Banco.

18.21.6. Emergente reforma estructural

De otra parte, el Presidente del Directorio del IESS se ufana de que la entidad ha invertido generosamente sus recursos en financiar obras de desarrollo constantes en el plan de gobierno, ponderando cuan benéficas han sido para la entidad. Pero mientras esto sucede, (Editorial Expreso, 2 febrero 2010) los jubilados se quejan amargamente de las pensiones y de los aumentos anuales que reciben, y los afiliados enfermos que acuden a hospitales institucionales en Guayaquil y otras ciudades, a más de ser sometidos al martirio de las interminables colas y de un centralismo, se enteran de que no hay los medicamentos prescritos por el médico. Es necesario acudir a Quito, cumpliendo trámites interminables, mientras los enfermos de males llamados catastróficos como el cáncer, no pueden interrumpir el tratamiento y han de hacer esfuerzos supremos para comprarlos o resignarse a morir.
Sabemos bien, anota Expreso, que el presupuesto del IESS está estructurado orgánicamente, y que las partidas que se dedican a las diferentes áreas son fijas; entre ellas están la de la atención médica y la de las pensiones jubilares. Estas partidas son calculadas con una mezquindad increíble, sin tomar en cuenta que la atención médica a los afiliados enfermos y las pensiones constituyen los dos principales fines de la seguridad social. Estos dos rubros deben ser mucho mayores pues sirven o deben servir para financiar estas prestaciones, con el propósito de volverlas racionales y dignas, lo cual no sucede, con la circunstancia de que últimamente las inversiones en el sector público hacen temer que, dentro de la crisis que vivimos, se vuelvan insuficientes, lo que sería verdaderamente insufrible para un gran sector de afiliados.
Y no se hable tanto de las inversiones, de la “urgencia” de realizarlas para ganar más réditos; háblese mejor de una reforma fundamental del IESS para racionalizarlo, para modernizarlo, para que brinde servicios de calidad y pensiones dignas. Porque en este aspecto, vivimos la edad primitiva, con las reglas que se impusieron a la institución cuando nació por la década del 30 del siglo pasado.
La reforma estructural del sistema y los cambios para bien de los asegurados, serán posibles, si el IESS recobra su autonomía, se maneja con criterios técnicos, de rentabilidad y de seguridad y a la vez, deja de lado el control del Gobierno.

Más sobre el IESS, consulte el numeral 5 “Uso de fondos del IESS” de la serie “Políticas y Acciones que Empeoran la Pobreza del Ecuador”

Link: www.ticsdemanabi.net

No hay comentarios:

Publicar un comentario