
18.20.1. El socialista reparto de tierras
El Ministerio de Agricultura anunció que las haciendas bajo el poder de la AGD pasarán a asociaciones.
Por esta razón el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) realizó, ayer (El Telégrafo, 19 octubre 2009) el lanzamiento de la política de “Redistribución de Tierras” para pequeños productores, cuyo objetivo es entregar títulos de propiedad a los ocupantes de las haciendas incautadas por la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD).
En este marco, el titular del Magap, Ramón Espinel, anunció la creación de brigadas que analizarán cada caso de las 26 haciendas de Guayas, Los Ríos y Manabí, unificadas en la Organización Unión de Pequeños Productores de la Costa, Tierra y Vida.
El acto se realizó en la hacienda La Leopoldina, ubicada en el recinto Puerto Rico, cantón Colimes, sitio en el que se dieron cita cientos de personas que celebraron los anuncios de Espinel.
“Lo primero que haremos es revisar la ley constitutiva del Banco Nacional de Fomento (BNF), para que tenga la representación campesina y deje de ser un ente que financie a la gran hacienda”, manifestó el funcionario.
Además, aseguró que para desarrollar este plan de redistribución decidió saltarse toda la tramitología que se hace en el Instituto Nacional de Desarrollo Agrario (INDA), organismo que -según su percepción y por la denuncia de los campesinos- necesita reestructurarse.
“Para cambiar el INDA hay que hacer nuevas políticas y eso lleva tiempo, por eso trabajaremos paralelamente y buscaremos la forma de hacer una legalización automática”, dijo Espinel.
.Las propiedades estaban en manos de instituciones financieras actualmente cerradas. “Por ejemplo: La Leopoldina, que está en manos de los campesinos agrupados en la Asociación de Montubios del cantón Colimes, estaba hipotecada al Banco Unión. Ahora se cumplió con todos los trámites y se espera la entrega de títulos”, señaló Milton Yulán, dirigente de la organización campesina.
Los campesinos aclararon que las tierras que les adjudicarán no serán regaladas, sino que pagarán un precio justo por ellas.
Uno de los grandes inconvenientes que tienen los posesionarios de estas tierras es la falta de créditos. Para solucionar este inconveniente el Ministro aseguró que no se esperará a que termine la entrega de títulos (proceso que no tiene fecha definida), sino que se buscará la forma de que los campesinos reciban los créditos sin necesidad de presentar los papeles de propiedad.
Y son alrededor de 100.000 hectáreas serían redistribuidas -en primera instancia- entre las agrupaciones campesinas de la región Costa que se beneficiarán de esta política, manifestó el subsecretario de Agricultura del Litoral, Rafael Guerrero.
18.20.2. Peligros del reparto de tierras
Sergio Seminario V, (El Telégrafo, 1 febrero 2010) de su parte considera que hay peligros en el reparto de tierras y éstos son de que puedan transformarse en minifundios, que se haga un retaceo y que no se le entregue al individuo los instrumentos adecuados.
¿A qué me refiero con esto?, anotó Seminario. En el país hay más de un millón de agricultores que no tienen títulos de propiedad, al no tenerlos no son sujeto de crédito, no entran al sistema productivo nacional, eso debemos evitar, y sería un peligro repartir por repartir sin dar ese instrumento de trabajo.
Seminario destaca que debemos ser muy claros en el sistema, es decir, que no lo tomemos por el lado demagógico, que sería aquí está señores, tienen sus tierras.
Cuando usted entrega tierras tiene que ser otorgadas con un total de elementos, el instrumento principal es lógicamente su título de propiedad. Luego tengo que dar herramientas para que trabaje, no es que le voy a regalar el dinero, pero le voy a dar un crédito con suficiente plazo, en el momento oportuno, para que pueda hacer los trabajos.
Además, hay que preguntarle qué cultivará, ya es hora de que el país comience a racionalizar el uso de las tierras.
Entonces, deberían dirigir, hacer un crédito para los cultivos que el país necesita. Por ejemplo, el trigo, maíz, soya,…
Seminario destaca que “Estamos en redistribución de tierras pero no estamos hablando de una reforma agraria. Creo que la reforma agraria, que se hizo en 1964, fue una iniciativa que trató de hacer algo, pero se olvidó justamente de las herramientas y lo único que hizo fue repartir pobreza”.
18.20.3. Agricultura sigue postergada
La distribución de la tierra no puede ser simplemente la entrega de terrenos para los agricultores, que es lo que precisamente esta ocurriendo con el “Plan Tierras” concebido por el actual Gobierno.
Abel Navas (El Telégrafo, 1 febrero 2010) señala que “El plan Tierras debería significar que entregarán tierras a los campesinos sin tierras. Para eso es necesario hacer un catastro de los agricultores, en el que hay que organizar modelos de desarrollo productivos diferentes a los que se han aplicado hasta ahora. Hay terrenos que -por ejemplo- pueden ser convertidos en unidades de producción, y establecerlas de manera comunitaria para que la gente no las pueda vender”.
Adicionalmente, “a los campesinos hay que organizarlos de manera adecuada y ver los suelos para qué sirven, si son aptos para ganadería, pasto o para cultivar arroz, cacao, café, etc., y adoptar medidas de comercialización justas” destaca Navas.
Considerando que los que gobiernan son “revolucionarios”, Navas considera que debería determinarse la extensión de terreno que requiere un campesino para que sea productivo y genere una rentabilidad justa. Es decir, este programa debe tener esos componentes. Y sobre todo, que esos terrenos lleguen a manos de asociaciones legalmente constituidas para que generen una producción sostenible y sustentable, donde tengan el crédito oportuno, semillas, insumos, asistencia técnica,...
El plan debe funcionar de manera planificada, arguye Navas, porque debe hacerse una redistribución racional, justa y equitativa, pero así mismo, para que la tierra funcione adecuadamente, tiene que pasar por un proceso de organizar a los beneficiarios en unidades que cuiden la producción, la biodiversidad, gente que preserve los ecosistemas, la vida.
Para este fin, será necesario establecer un “Fondo Nacional de Tierras”, que tiene que ser financiado con recursos del Estado.
Mas, si es la entrega de la tierra a cualquier persona y sin ayuda posterior, eso será un desastre.
Por su parte, Sergio Seminario V, (El Telégrafo, 1 febrero 2010) considera que el Estado, que puede promover el ingreso al sistema productivo del país, porque ello permitirá al país garantizar su seguridad alimentaria, al ser entregadas a los pequeños productores, para que ellos a su vez tengan su medio de trabajo.
Indudablemente, acota Seminario, lo que este país tiene es un porvenir agrícola. Tenemos una tierra de primer orden, el clima, un entorno favorable y una cultura de agricultores y eso es importante. Cuando hablo de cultura, hablo de gente que le gusta y sabe de agricultura. Y que necesita, no obstante que se le brinde facilidades para producir.
18.20.4. Círculo vicioso en otorgamiento de crédito
La cartera de créditos de la Corporación Financiera Nacional (CFN) creció, entre enero del 2009 y enero del 2010, en 48,7% al pasar de $ 422,4 millones a $ 628,5 millones (El Universo, 8 marzo 2010).
La mayor parte de la cartera del 2010, según datos de la Superintendencia de Bancos (unos $ 559,2 millones), fueron para créditos comerciales.
Para Mauricio Peña, viceministro coordinador de la Producción, existe un círculo vicioso en la entrega de recursos de la banca pública, por el cual solo se entregan créditos a quienes tienen activos con los cuales responder al pago. Quien no los tiene, es decir la gente que necesita financiarse, no puede acceder a dicho financiamiento, cuestionó el funcionario.
Una de las prácticas arraigadas es la de ser prudentes en la entrega de recursos y no se presta a aquellos que no tienen garantías y no pueden pagar.
Peña explicó que la idea del Gobierno es implementar herramientas que permitan el acceso con garantías de pago. De hecho lo tiene: hay una línea de “Crédito Asociativo”, para otorgarlo a pequeños productores con garantías quirografarias, cruzadas y solidarias. Pero, al parecer de poco sirve la “facilidad”, porque los créditos disponibles se dirigen al comercio antes que a la producción, y dentro de esta última, llega muy poco a la gran masa de pequeños productores.
Por lo que, es un capítulo pendiente, el articular un estratégico y coherente programa que permita ampliar y maximizar la línea de crédito asociativa. Caso contrario, no se estará facilitando que llegue el cambio al campo. Y la “revolución” no pasará de ser un simple cuento.
18.20.5. Por una auténtica revolución en el agro
Para conmemorar sus 25 años ofreciendo asistencia financiera y becas a bachilleres ecuatorianos de escasos recursos, que aprueben los exámenes de admisión en la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano, la Fundación Privada Wilson Popenoe trajo al Ecuador al experto Polan Lacki, extensionista en Brasil, ex funcionario de la FAO.
En la conferencia dictada por el experto, el jueves anterior (El Universo, 6 marzo 2010), señaló que: “Nosotros somos unos privilegiados en América Latina porque tenemos gran potencial para generar riqueza y, sin embargo, las desaprovechamos, tenemos grandes tierras, capacidad para generar comida pero no sabemos aprovechar esas potencialidades porque no tenemos conocimiento para aumentar los rendimientos, nadie nos ha enseñado a organizarnos, ni a vender las cosechas y no es culpa del agricultor. Los problemas no hay que resolverlos por vía política, sino por la vía de la ciencia”, dijo Lacki.
Para el especialista agrícola las soluciones de los agricultores no están en las ventanillas de un banco o de una entidad burocrática, sino en los pupitres de una escuela.
“En América Latina los gobiernos siempre han cometido el error de entregar regalos y por mejor que sea su intención están destruyendo la dignidad de los pobres rurales porque les quita la voluntad de solucionar sus problemas con su propio esfuerzo. Los fertilizantes, los créditos, las semillas, las tierras,…si no vienen precedidos de capacitación y educación es un gasto que no funciona y se debe hacer año tras año, y eso se ha venido haciendo por más de 50 años, y por eso no hay presupuestos en los ministerios, porque estamos ofreciendo apoyos perpetualizadores de dependencia cuando deberíamos capacitarlos para aislarlos del paternalismo del gobierno”, recalcó el extensionista.
Recomendó a los productores reclamar por la dotación de una educación de calidad y capacitación de acuerdo a sus necesidades.
Link: www.ticsdemanabi.net
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